Galletas de avellana

!Entre calores y tormentas no hay quien se aclare por aquí! Eso y que en mi trabajo no hacen más que llevar pastas, pastitas y pasteles todos los días fueron los que me animaron a hacer algo yo. Y es que aunque me encanta la cocina no tengo tiempo con los exámenes y trabajando de hacer todo lo que me gustaría. Pero bueno, en una de esas mañanas de necesario descanso estuve pensando en que hacer para llevar a mis compañeros y me topé con esta receta. En cuanto la vi no busqué más y me puse manos a la masa. Y es que la pinta que tienen las galletas de avellana de http://saboresdemicasa.blogspot.com.es es para que se haga la boca agua.

Hice alguna pequeña modificación a la receta original ya que en el blog lo hacen con la termomix, además tenía que llevar bastante cantidad, por lo que las cantidades de los ingredientes dan para bastantes galletas, a mi me salieron unas 24 bien grandecitas. 

Nivel: Fácil.

Coste: 3 euros.

Ingredientes 

• 130 gramos de avellanas tostadas.
• 160 gramos de mantequilla fría.
• 150 gramos de azúcar moreno.
• 2 yemas de huevo.
• 150 gramos de harina de reposteria.
• Gotas de chocolate para decorar.

Preparación

1. Se precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo y sin ventilador si es posible.
2. Se trituran las avellanas hasta dejarlas en trocitos muy pequeños casi polvo.
3. Vamos juntando poco a poco todos los ingredientes, hasta que no esté uno incorporado no se añadirá el siguiente. Finalmente debe quedar una masa homogénea.
4. Con ayuda de una cuchara o espátula vamos haciendo bolitas y poniéndolas encima de un papel para horno.  Con cuidado de dejar espacio entre una y otra pues luego en el horno crecerán.
5. Después con una base plana las aplastamos para que quede una forma bonita, previamente debemos mojarla en las claras para evitar que se peguen.
6. Decoramos todas las galletas con las pepitas de chocolate y al horno durante aproximadamente 14 minutos, o hasta que veamos que están doradas.
7. Una vez hechas no es recomendable tocarlas hasta que no estén frías para que queden crujientes.